Este sistema es capaz de detectar las anormalidades en el manejo y alertar al conductor bajo una necesidad de emergencia a través de anuncios de voz o de una alarma sonora estridente buscando la reacción inmediata del conductor bajo anomalías en la conducción. Esto opera bajo un lector de pupila y retina del ojo humano, a través de tecnología infrarroja, instalada sobre el tablero a una distancia de 60 a 80 cm del operador.